Deshonestidad y Traición
Una de tantas noches llegó al grupo presencial donde yo milito una persona que por sus rasgos físicos no podía pasar desapercibida y lo más extraño era que no parecía que el alcohol haya hecho estragos en su vida, pero es costumbre que toda persona que llegue a una reunión de alcohólicos anónimos este allí porque tiene problemas con la bebida o al menos así lo considero. Se trataba de una mujer joven de buena apariencia. Inmediatamente después que el coordinador de la reunión terminara de leer la Tercera Tradición, levantó su mano pidiendo ayuda, estaba muy nerviosa pero su actitud compadeció a los presentes y también despertó admiración por su belleza y juventud, se escuchó el aplauso y después las palabras de bienvenida.
Pasaron los días y la nueva compañera seguía llegando. Por sus virtudes se consideraba que sería una buena A.A. para ayudar a otras mujeres. La mayoría trataba de ser amable con ella respecto al bello programa de alcohólicos anónimos. Pero hay otra situación que afecta a los grupos con relación a la siguiente interrogante: ¿Qué hacer con los grupos dónde se pelean por apadrinar a las mujeres?, Todo esa camaradería y alegría que había despertado en el grupo, la presencia de Lolita; se transformó como cuando vivíamos antes, una vida ingobernable, llena de deshonestidad y traición.
Después de algún tiempo Lolita dejo de llegar al grupo, no sé cuál será el concepto que ahora ella tenga de A.A. pero para mí es una traición y deshonestidad. Una experiencia más que se repite en los grupos por falta de honestidad y lealtad a el programa o estaré buscando la regla 62. Pero lo que si es cierto es que el programa de A.A. nos ha salvado la vida y por lo tanto debe tomarse como tal.
Muchas 24.