HAY UNA SOLUCIÓN

HAY UNA SOLUCIÓN
Oración de la Serenidad: Dios concédeme SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar… VALOR para cambiar las que puedo… y SABIDURIA para reconocer la diferencia…

26.12.14

HISTÓRICA NOCHE DE DICIEMBRE




En su inicio la Fundación Alcohólica como se le llamó, paso por una desesperada situación financiera, había necesidad de dinero para poder poner en marcha el movimiento de A.A. por tal motivo decidieron buscar ayuda. En el Libro Alcohólicos Anónimos Llega a su Mayoría de Edad, una breve historia de A.A. dice: “Finalmente llegó aquella histórica noche  de diciembre de 1937. Cenamos juntos y pasamos a la oficina privada del Sr. Rockefeller, La silla que me correspondió en aquella enorme mesa estaba todavía caliente, y se me explicó el Sr. Rockefeller había estado sentado en ella hasta poco antes. Esto hizo que yo sintiera la silla más acogedora; ya nos íbamos acercando a nuestra meta.”

En la reunión organizada por el Sr. Willard Richardson (encargado de inversiones caritativas de John D. Rockefeller, estuvieron presentes el Sr. Albert Scott (presidente de la iglesia Riverside), el Sr. Frank Amos (Publicista, amigo de Richardson) y el Sr. A. LeRoy Chipman (socio de negocios personales del Sr. Rockefeller). El Dr. Leonard V. Stong Jr. (quien los había presentado), el Dr. Silkworth, algunos de los alcohólicos de N.Y., el Dr. Bob, miembros del grupo Akron y por supuesto Bill W.

La reunión la presidió el Sr. Scott, cada uno de los alcohólicos que estuvo presente narro su propia historia tal como se hace una reunión de A.A. y a medida que se escucharon las narraciones  de la miseria alcohólica y la liberación obtenida, se pudo ver que causaron una profunda impresión. 

El Sr. Scott hizo la pregunta que todavía se escucha en AA hasta nuestros días: “¿No irá el dinero a estropear todo esto?” Fueron $5,000 los que el Sr. Rockefeller donó para que fueran utilizados por la comunidad según sus necesidades, pudieron haber sido miles de $ más pero el objeto era salvar la comunidad de su propia destrucción y de los peligros innecesarios de dinero, la propiedad y el profesionalismo. De aquí en adelante, los propios miembros de A.A. solucionaron sus propios problemas, como lo fue la primera publicación del Libro Alcohólicos Anónimos.