HAY UNA SOLUCIÓN

HAY UNA SOLUCIÓN
Oración de la Serenidad: Dios concédeme SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar… VALOR para cambiar las que puedo… y SABIDURIA para reconocer la diferencia…

13.7.11

Utilizar La Terapia Del Teléfono

Muchos de nosotros  nos encontramos bebiendo sin siquiera haberlo planeado. No existía una decisión consciente para beber, ni un pensamiento real acerca de las posibles consecuencias. De ninguna manera habíamos intentado desencadenar todo un episodio de tragos... Ahora hemos aprendido que con posponer esa primera copa y colocar algo distinto en su lugar, tenemos  la oportunidad de pensar en la historia de cuando bebíamos, de lo que es la enfermedad del alcoholismo y los resultados  posibles si empezamos nuevamente a beber.

Afortunadamente, podemos hacer algo más que pensar y lo ponemos en práctica: llamamos por teléfono a alguien.


Al principio, la idea de llamar por teléfono a una persona que escasamente hemos conocido, nos pareció extraña y la mayoría de nosotros no dimos importancia a esa sugerencia. Sin embargo nos sugerían que tratáramos de hacerlo por lo menos una vez.  Y así lo hicimos, funciona perfectamente.

La manera más rápida de comprender esto, es ponerse a sí mismo  mentalmente en el lugar de la persona que recibe la llamada. Es algo muy satisfactorio y compensatorio el que alguien confíe en nosotros hasta este punto.

En ocasiones, sin ninguna razón aparente, nos encontramos pasando una repentina e inexplicable racha de ansiedad, terror, temor y pánico, que no tenía sentido, teníamos ganas de beber  y fue cuando llamamos por teléfono a un compañero y le hablamos de lo que nos estaba pasando. En pocos momentos de nuestra conversación desapareció la idea de beber.

La Terapia Del Teléfono funciona bien aunque no conozcamos a nadie en particular para llamar. En la mayoría de los directorios telefónicos se encuentra el número de teléfono de A.A. para ponernos en contacto con alguien que nos comprenda.  Buscamos el teléfono en lugar del trago.

Extraído de Vivir en Sobriedad