Una reunión
sin café
no está completa
• El
servicio del café proporciona una buena dosis de humildad
Gustavo III
(1746-1792), rey de Suecia, estaba convencido de que el café era un veneno y
tanto es así que decidió demostrar su teoría ordenando a un reo ingerir esta
bebida cada día y a otro tomar té en la misma proporción mientras un médico
seguía de cerca dicho experimento. El resultado final no habría complacido al
rey ¡de haberlo visto!, ya que fue el primero en morir, luego el doctor, muchos
años después el reo que tomaba té y, por último, el bebedor de café.
Sirva la
anterior anécdota para hablar de la importancia de tomar café en toda reunión
de Alcohólicos Anónimos, desde grupos, distritos, áreas, y, sobre todo, de la
importancia del servicio de cafetero que, se dice, es el mejor para “desinflar
el ego.”
Efectivamente,
muchos alcohólicos anónimos coinciden que “una junta sin café no está
completa”, y es que desde el primer encuentro entre nuestros cofundadores, Bill
y Bob, el café ha significado algo agradable en el desarrollo de las juntas y
reuniones, tanto que su importancia se puede apreciar en las siguientes líneas
del libro El Dr. Bob y los buenos veteranos: