HAY UNA SOLUCIÓN

HAY UNA SOLUCIÓN
Oración de la Serenidad: Dios concédeme SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar… VALOR para cambiar las que puedo… y SABIDURIA para reconocer la diferencia…

8.10.24

ANIVERSARIOS

ANIVERSARIOS EN EL GRUPO

Testimonio del Programa de A.A.

Con mucha emoción celebramos la suma de varias 24 horas. Haciendo que la reunión de esa noche sea la de una fiesta espiritual. 









TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL

 TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL

"LA UNIDAD, EXPRESIÓN DE AMOR EN NUESTROS SERVICIOS"

¿Qué se requiere para tener una transformación espiritual?

La experiencia de los alcohólicos de hoy y de siempre, nos hace mención de las incontables confusiones que han existido con respecto a lo que significan los términos Experiencia Espiritual y Despertar Espiritual, es por esta razón que dentro del libro Alcohólicos Anónimos se hace una definición sencilla y objetiva del significado de estos conceptos.

Así que éstos, son definidos como el cambio de personalidad necesario para dar lugar a la recuperación del alcoholismo. Estos cambios pueden ser de manera súbita o, como sucede en un mayor porcentaje, el cambio se va dando de manera más lenta y gradual; todo esto con el único objetivo de encontrar un insospechado recurso interior y que se nombra como su propio concepto de un Poder Superior a ellos mismos.

Así que se llega a la conclusión de que esta conciencia de un Poder Superior al nuestro, será la esencia de la experiencia espiritual. Si hemos encontrado que la enfermedad del alcoholismo es de carácter espiritual, entonces el tratamiento y la solución deben ser de carácter espiritual.

Valdría la pena compartir un poco acerca de la naturaleza de la personalidad del alcohólico; ante esto, debemos apoyarnos en las definiciones que han dado nuestros amigos expertos en Psiquiatría cuando definen que el alcohólico tiene un sentimiento egocéntrico narcisista, que está dominado por una sensación de omnipotencia, y que intentará mantener a toda costa su integridad interior.

Pero esto no es todo, hay algunas otras características típicas como son:

       Contener una individualidad desafiante.

       Un sentimiento de grandiosidad.

       La no aceptación de ser controlado por nadie, ni por el hombre y mucho menos por Dios.

 

El alcohólico considera que él debe ser el dueño de su propio destino y luchará hasta lo último para preservar esta posición. Si observamos detenidamente todo lo anterior, sin duda estaremos presenciando un cuadro muy diferente del que se tiene al ingresar a Alcohólicos Anónimos, cuando se considera que el único problema es la manera desordenada de beber alcohol.

 

Vaya que sí es muy importante tener una conciencia clara de la magnitud del problema ante el que se encuentra el alcohólico. Así que, si ya tenemos identificado el problema, entonces debemos entrar a la búsqueda de ese Despertar Espiritual que nos lleve a conseguir la transformación de la estructura de carácter, que no ha permitido al alcohólico conseguir los Valores Espirituales necesarios para lograr la paz y la felicidad.

En las primeras líneas hablamos de la necesidad de un cambio de personalidad, ¿Cómo lo vamos a lograr?

 

Ese es el punto central de este compartimiento.

Y nuevamente, como todo en Alcohólicos Anónimos, tendremos que recurrir a la experiencia vivida y que se nos deja como un enorme legado, para que nosotros podamos también tener acceso a estas nuevas rutas espirituales. 

Podríamos hablar de una manera muy generalizada mencionando lo que dice el enunciado de nuestro Doceavo Paso: “Habiendo obtenido un Despertar Espiritual como resultado de estos Pasos, tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.”

Sin embargo, considero necesario hacer algunas observaciones en lo particular que permitan una mejor visión y aceptación acerca de lo que ha indicado la experiencia que muchos alcohólicos han aplicado para alcanzar este Despertar Espiritual.

 

Dentro de estas experiencias tenemos un denominador común:

Un estado de calamidad y colapso total que llevan al alcohólico a aceptar la derrota, en definitiva, esto es lo que significa una forma inicial de disolver la estructura de carácter del alcohólico egocéntrico.

El primer paso nos dice que es necesario tocar fondo, ya que si esto no se logra nunca se podrá alcanzar la transformación espiritual.


En este estado de derrota total, el alcohólico está dispuesto a admitir la existencia de un Poder Superior. Esta es una necesidad vital para lograr el cambio espiritual: Después de la aceptación de la derrota, en definitiva, en seguida llega la disposición a creer que sólo un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio. Sin duda alguna estamos en la práctica del Primer y del Segundo Paso. Este es el proceso que debe vivir el alcohólico, si es que desea una vida útil y feliz.

¿Cuáles son los elementos que han permitido el inicio de la transformación espiritual? 

En primer lugar, la admisión y enseguida la disposición para obtener un desarrollo, esto sin duda, es la esencia de todo progreso espiritual. Así, el alcohólico egocéntrico, acepta que debe abandonar las ideas, emociones y actitudes que fueron alguna vez las fuerzas que dirigían su vida, para que, a través del programa de Alcohólicos Anónimos, encuentre conceptos y motivaciones completamente nuevos que lo acerquen a lograr la sobriedad emocional.

 

El egocentrismo, la grandiosidad, el sentimiento de omnipotencia y la individualidad desafiante, son poco a poco sustituidos por la admisión, buena voluntad, la honestidad y la mente abierta como requisitos indispensables para conseguir y mantener la transformación espiritual.

 

“Decidimos poner nuestra vida y nuestra voluntad al cuidado de Dios”, en este momento dejamos de sentirnos Dios y permitimos que Él con su infinita sabiduría y su gran amor sea el que lleve el timón de nuestra existencia, colocamos ahora una dependencia absoluta en su Poder; el cambio es fundamental, dejamos de sentir la omnipotencia y la trasladamos a quien verdaderamente la tiene y que seguramente nos llevará por el camino de la fe que obra.

 

Y así, de esta manera, la práctica de los Doce Pasos va consiguiendo la transformación espiritual. En cada uno de ellos se hace mención de la práctica de principios que ningún alcohólico en actividad siquiera llegó a considerar que tenía que practicarlos. Esto sólo se logró cuando habíamos

experimentado la agonía y, entonces, nos enfrentamos con el enorme dilema, o aceptábamos un cambio de vida o necesariamente el alcohol nos iba a arrastrar hasta la locura o la muerte. Es por esto que debe cambiar, si no lo hace su vida está en peligro. Es decir, no lo hace por virtud, lo hace por sobrevivencia.

Otro aspecto a considerar sería el preguntarnos.

¿Cuándo inicia y cuándo terminará esta transformación espiritual?

Ya observamos que se inicia a través del colapso total y que se va desarrollando en la medida que se tenga la disposición de seguir practicando los Doce Pasos. Si ya hemos encontrado que el beber alcohol es el último de los síntomas de esta enfermedad, entonces debemos ir al origen de la misma. Es aquí en donde debemos desarrollar de manera más amplia la honestidad para encontrar el cómo, cuándo y dónde nuestros instintos naturales se convirtieron en graves riesgos físicos y mentales, es aquí en donde podremos observar nuevamente una verdad que aniquila completamente el ego del alcohólico, cuando nuestra experiencia nos dice que hemos llegado a tres inevitables conclusiones:

 

       Que éramos alcohólicos y que no podíamos gobernar nuestras vidas.

       Que ningún poder humano podría remediar nuestro alcoholismo.

       Que Dios podía remediarlo y lo remediaría, si Le buscábamos.

Dios puede remediarlo y lo remediará, no obstante, hay un, pero. Hay que buscarlo y, desde luego, si se le busca hay que encontrarlo y, si se le encuentra, debemos de conservarlo. He aquí la forma mediante el cual podremos encontrar y desde luego conservar la Transformación Espiritual. En Alcohólicos Anónimos se establece que el problema del alcohólico se centra en el desborde de los instintos, cuando eso ocurre inevitablemente surgen los defectos de carácter:

Orgullo, Ira, Lujuria, Pereza, Gula, Envidia, Avaricia.

Nos dice que no es casualidad que el orgullo encabece la lista. Previamente hablamos del egocentrismo, el orgullo es un sinónimo de esta característica del alcohólico.

 

¿Entonces qué sucede cuando nos acechan los defectos de carácter?

También, inevitablemente, surgen los conflictos emocionales, y cuando han llegado esos conflictos surge la necesidad de beber alcohol.

Pero, ¿Qué sucede cuando ya no se bebe alcohol?

Entonces surgen, también de manera inevitable, “las borracheras secas "con todas las consecuencias dañinas que le acarrean al alcohólico. Es necesario crear una verdadera conciencia de todo este


fenómeno dentro de Alcohólicos Anónimos; a través de los años se ha intentado encontrar el origen de los problemas del A.A., y la respuesta es única:

Si no hay Transformación Espiritual, no hay recuperación, si no hay recuperación no habrá una genuina Unidad, y si no existe la Unidad, entonces el servicio será débil e ineficaz.

Partamos de una base firme, busquemos lo fundamental: Una Transformación Espiritual. 

Toda esta necesidad de cambiar tendrá siempre una acción de responsabilidad. Después del autoanálisis, encontrar a través de la catarsis en el Quinto Paso una mayor dosis de honestidad, un sentimiento genuino de perdón para con nosotros mismos y con los demás.

 

También la práctica de este Paso nos llevará a experimentar un sentido de pertenencia que nos afiance en una Comunidad de iguales. Si hemos aceptado el inmenso poder de nuestro Poder Superior, nunca dudaremos que Él nos ayudará a eliminar los defectos de carácter que tanto nos han agobiado. De la mano de Él, conseguiremos el valor y la humildad necesaria para mejorar nuestras relaciones personales a través de la reparación de los daños causados.

 

Y manteniendo esta disposición estaremos vigilantes a través del inventario diario de todas aquellas causas que nos pudieran provocar un estancamiento o, lo que sería peor, un marcado retroceso que sin duda pondría en peligro el avance alcanzado hasta ese momento. Mejorando nuestro contacto con Él a través de la oración y la meditación, estaremos dispuestos a experimentar el enorme privilegio de dar a otros lo que a nosotros desinteresadamente se nos ha dado.

 

Parecería que todo lo dicho anteriormente es sencillo y que todo está resuelto.

Entonces estaremos en el camino del éxito y no habrá ninguna nube negra o turbulencia que nos pudiera amenazar, ni personalmente, ni como Fraternidad. Sin embargo, es en esta parte en donde quiero hacer un comentario. Hemos estado hablando del requisito indispensable para la transformación espiritual que consiste en:

La sumisión constante del sentimiento egocéntrico:

En la necesidad de adquirir un nuevo estado de conciencia que nos lleve a fortalecer los valores esenciales como son la humildad, la honestidad, el compañerismo, la comprensión y el amor, como elementos que sustentaran el crecimiento individual y, por ende, el crecimiento de la Comunidad.

Entonces, derivado de esto, nos haremos la siguiente pregunta:

¿Cómo, cuándo y dónde el sentimiento egocéntrico resurge en el alcohólico?

Debemos acudir a la sugerencia que nos marca el Noveno Concepto para el Servicio Mundial:

La necesidad de hacer evaluaciones metódicas y prudentes, evaluaciones que, confiamos, nos conducirán al progreso futuro y no al infortunio imprevisto. Entonces será necesario hacer una evaluación acerca del grado de transformación individual que hemos alcanzado y de qué manera ésta ha repercutido en el progreso o en el infortunio.

Nuestros amigos psiquiatras dicen que el poder de resurgimiento del ego en el alcohólico es inmenso.

 

¿Cómo se refleja este resurgimiento del ego en la Comunidad?

Hemos visto que el Desarrollo Espiritual sirve como una fuerza directa para neutralizar los elementos egocéntricos del carácter del alcohólico, así el alcohólico podrá permanecer sobrio y podrá ir integrando los nuevos hábitos en su vida; en este proceso, si no se logran estos cambios apreciables en la estructura de la personalidad del alcohólico, el ángulo espiritual sucumbirá para que retorne el ego del alcohólico que ha estado sumergido. Y nos reafirman que a menos que el ímpetu espiritual de Alcohólicos Anónimos, efectué un cambio en los componentes más profundos de la personalidad, la influencia del programa no es duradera. De esta manera, el resurgimiento del ego en el alcohólico debilita y destruye la Transformación Espiritual, resurge: La omnipotencia.

 

La individualidad desafiante sigue en ese rumbo y no acepta la ayuda, la orientación y el control del exterior, esto lo podemos ver en la disminución importante de la práctica del apadrinamiento formal. También resurgen los sentimientos vengativos y agresivos consigo mismo y con los que lo rodean. La intranquilidad y la irritabilidad lo abruman por que ha dejado de obedecer la voluntad de Dios, y ha resurgido la obediencia a su propia voluntad.

v  ¿Será esta una condición actual que persiste en nuestra Comunidad?

v  ¿Serán estas las acciones que han debilitado a nuestros Grupos?

v  ¿Será por esto que quienes llegan a nuestra Agrupación no sienten la atracción necesaria para quedarse con nosotros?

v  ¿Será este resurgimiento del ego individual y grupal lo que ha provocado el estancamiento en el crecimiento de Alcohólicos Anónimos en nuestro país?

v  ¿Será el resurgimiento del ego lo que provoca la falta de Unidad en el grupo y en los centros de servicio?

v  ¿Será que no hemos sido lo suficientemente cuidadosos en el debilitamiento espiritual que sufre nuestra Comunidad?

v  Estas y muchas preguntas más, debemos contestar con mucha honestidad.

 

Podríamos encontrar entonces algunas conclusiones definitivas.

·          El valor de nuestro programa depende de la utilización que se hace de la fortaleza espiritual, para atacar el egocentrismo del alcohólico.

·          Únicamente cuando eliminamos el componente egocéntrico, podremos experimentar una nueva serie de pensamientos y sentimientos que tienen naturaleza positiva y nos llevarán al crecimiento y a la madurez.

·          A menos que obtengamos en el transcurso del tiempo un mejor sentido de la realidad y la proximidad del Poder Superior, la naturaleza egocéntrica volverá a presentarse,

¡Pero con mayor intensidad!

·          La mayor parte de los individuos que alcanzan finalmente la transformación espiritual necesaria, lo hacen únicamente siguiendo el programa de Alcohólicos Anónimos.

·          Es necesario crear una verdadera conciencia de todo este fenómeno dentro de Alcohólicos Anónimos; a través de los años, se ha intentado encontrar el origen de los problemas de Alcohólicos Anónimos en el país y la respuesta es única:

 

o   Si no hay transformación espiritual, no hay recuperación.

o   Si no hay recuperación, no habrá una genuina Unidad.

o   Si no existe la Unidad, entonces el servicio será débil e ineficaz.

o   Partamos de una base firme, busquemos lo fundamental: Una Transformación Espiritual.

 

Recordemos que una sociedad que no puede corregir libremente sus propias faltas, llegará inevitablemente a la decadencia o al colapso total. Este es el castigo por no continuar creciendo, cada uno de nosotros en Alcohólicos Anónimos debemos continuar nuestro inventario moral y actuar consecuentemente, nuestra Comunidad debe hacerlo si quiere sobrevivir y desea servir útil y eficientemente.

Sigamos siendo una entidad espiritual, interesados en llevar el mensaje, si seguimos meditando así sobre nuestro pasado, Dios nos seguirá concediendo nuestra visión del mañana.

 

Anónimo

 


24 horas de Feliz Sobriedad Hermanos