EVITAR EL PRIMER TRAGO
Una de las expresiones que se oyen constantemente en los grupos de A.A. son: “Si usted no ingiere el primer trago, nunca se emborrachará”.
Muchos de nosotros, cuando comenzábamos a beber, nunca deseábamos tomar más de una o dos copas. Pero a medida que el tiempo fue pasando, incrementábamos el número. Luego, en años posteriores, nos encontramos bebiendo cada vez más, y algunos de nosotros llegamos a emborracharnos y a permanecer en ese estado durante lapsos considerables.
Si ese estado llegaba a molestarnos, podíamos disminuir o cortar del todo, o tratar de limitarnos a una o dos copas, o cambiar de licor fuerte a un licor más suave como cerveza o vino. Por último, tratábamos de limitar la cantidad, buscando en esa forma evitar las borracheras fuertes y desastrosas. O tratábamos de esconder a los demás nuestra situación.
Ocasionalmente, llegábamos a interrumpir totalmente el consumo alcohólico, y durábamos algunos días sin beber en absoluto.
Y luego se presentaba la ocasión, cuando dos o tres tragos nos hacían sentir bien, y por consiguiente pensábamos que uno o dos más no nos harían daño. Volvíamos a esta en la misma situación de antes.
Tantas y tan repetidas experiencias nos han forzado a llegar a esta conclusión de lógica indiscutible: Si no ingerimos el primer trago, nunca podremos emborracharnos. Por consiguiente, en lugar de planear no volver a beber nunca, o tratar de limitar el número de tragos o la cantidad de alcohol, hemos aprendido a concentrarnos en evitar únicamente, una copa: la primera.
........Tomado de Vivir en Sobriedad