Algo extraordinario que ningún alcohólico anónimo podría dejar de leer por ningun motivo
Al final sabrá que es una lectura agradable y fácil de comprender-porque ya estuvo allí.
LA AMOROSA CACERÍA DE DIOS POR EL A.A.
“OBSESIÓN CELESTIAL”
Poema de Francis Thompson, adicto a los narcóticos
Lo abandoné en la noche y en el día;
Lo abandoné en el arco de los años;
Lo abandoné en el ciego laberinto
de mi propia memoria; y en medio de las lágrimas,
y detrás de las risas me escondía.
Esperanzas fugaces vislumbré de lo alto;
pero rápidamente me vi precipitado
a las sombras sinietras,
a las profundidades abismales,
para huir de esos Pies
que todas mis jornadas perseguían.
Su descripción de Dios
Pero en persecución lenta y tranquila,
con paso imperturbable, majestuoso,
caminaban los Pies, siempre constantes.
Y una voz, más constante todavía
que los serenos Pies, me repetía:
“Todo a ti te traiciona, porque Me traicionaste”.
“Nada quiera albergarte, porque tú no Me albergas;
Todo de ti se evade, porque tú no Me llevas”.
La descripción de nuestra vida
En la loca aventura de juveniles fuerzas
sacudí las columnas de mis horas más bellas
y entre mi propia vida me sepulté;
sangrante y mancillado
emerjo de las ruinas de mis años perdidos;
en los escombros yace mi juventud doliente;
y mis días crujientes, en humo evaporados
se esparcen y se rompen, como el sol en un río.
Esa Voz me rodea como un mar tempestuoso.
Y la voz dice, en conclusión
“¿Está la tierra acaso fragmentada,
sin piedra sobre piedra, destrozada?
¡Todas las cosas huyen de tu alcance
porque de Mi te fuiste! Vil quimera;
acción inútil, vana, lastimera.
¡No encontrarás quién quiera prodigarte
un amor que mitigue tus faenas!
¡El vacío será tu recompensa!”.
“Para lograr amor es necesario
algo que tú no has hecho: merecerlo.
Barro humano, de todo lo creado
la más fútil arcilla. ¿No sabías
que no has ganado méritos eternos?
¿De quién esperarás amor cinsero?
Sólo de Mí; tan sólo Yo lo entrego”.
“Todo te lo quité, no para herirte
sino porque en Mis brazos lo buscaras.
Todo lo que creíste
perdido entre tus sueños infantiles,
lo tengo en mis Moradas.
Levántate. Mi mano te sostiene.
¡Ven a mi casa!”
La respuesta del alcohólico y el no alcohólico
A mi lado suena Su pisada;
¿es acaso mi sombra,
la sombra de Su mano protectora
que se extiende cuidando mi jornada?
La respuesta de Dios
“Ven, tú, el más amado,
El más débil, el más acongojado.
No busques más: ¡Yo soy El que buscabas!”.
Muchas gracias.
TOMADO DE: AA LLEGA A SU MAYORÍA DE EDAD.
ALCOHOLICOS ANONIMOS VISTA POR LA RELIGION
Padre Dowling