HAY UNA SOLUCIÓN

HAY UNA SOLUCIÓN
Oración de la Serenidad: Dios concédeme SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar… VALOR para cambiar las que puedo… y SABIDURIA para reconocer la diferencia…

4.10.13

Desprecio por la Vida



Soy un alcohólico en recuperación. En los momentos mas graves de mi alcoholismo negaba tener aprecio por la vida e ignorando la causa de mí rebeldía consumía cualquier cosa que me sacara de la realidad aun sabiendo los daños que causaba a mi organismo. A veces esperaba que alguien intercediera por mí, realizando alguna magia para transformarme en lo que yo quería ser para curar mis males. Mi mente era incapaz de pensar que estaba  hecho como todo ser humano, con facultades para valerme por mi mismo y ser una persona feliz, me negué siempre ese derecho, los prejuicios y el miedo me atrapaban casi todos los días. 

El fantasma de mi alcoholismo me cobijaba en el fondo de su guarida y me desvié del camino correcto de mi vida. Yo culpaba a otros la causa de mi desgracia, pensando  que con beber les ocasionaría algunas heridas o por lo menos  les causaría lástima o por lo menos no los dejaría vivir en paz; en mi interior había rencor,  odio y desprecio. Cada acto de mi vida estuvo ligado a mi gusto por la bebida y principalmente su efecto que me hacía olvidar mis prejuicios y el miedo. No podía controlar cuantos tragos debía tomarme, siempre bebí mas de la cuenta causando molestias a mí alrededor. Giré por el camino del egoísmo pensando que era el correcto, anduve en busca de mi felicidad y no la encontré, al final me di cuenta que se habían perdido los sueños y que me había alejado tanto que solo no podía…

Decía que amaba a mi madre y hermanos pero mis actos decían que no. Después tuve una esposa e hijos, pero no los atendí como debiera porque fui egoísta. Muchos días estuve ingiriendo licor durante el día y parte de la noche llegando a las puertas de la locura.  Con un hogar casi destruido y con un grave problema físico y mental llegué a un grupo de alcohólicos anónimos con la esperanza que me aceptaran como un miembro, pensando hacer cualquier cosa por llenar los requisitos que en ese momento ignoraba. No podía creer como estas personas me daban una calurosa bienvenida si no me conocían, este fue solo el comienzo de algo grandioso, tuve que aceptar mi derrota. Ya ha pasado algún tiempo desde que dejé de beber, mi Poder Superior es quien ahora me da valor a vivir mi vida, he retomado el camino correcto y siento aprecio por la vida.    (Anónimo)