La sobriedad diaria es la finalidad sencilla de A.A. Pero el
hecho de no beber no es suficiente. Tenemos que adquirir honradez, humildad y
respeto a nosotros mismos y destruir el egocentrismo para poder mantenernos
sobrios.
Los Doce Pasos no son un Programa para tomarse al azar y no
debemos tratarlos atolondradamente. Puede ser que sea nuestro último puerto de
escala. Los miembros de A.A. que admiten su alcoholismo y siguen la manera de
vivir de A.A. rara vez dejan de lograr una sobriedad feliz.
Es verdad que ciertos miembros no han tenido buen éxito.
Estas son algunas razones de sus fracasos.
1. Aquellos que ven en el alcoholismo un problema moral más
bien que una enfermedad fatal.
2. Algunos tenían lesiones cerebrales avanzadas ocasionadas
por el alcohol
3. La auto-aplicación de sedantes hace fracasar. El empleo
de estos impide el cambio de personalidad que es tan necesario para recuperarse
del alcoholismo.
4. Algunos fueron forzados a ingresar al movimiento. Les
faltaba sinceridad y por eso no duraron
5. Algunos bebían con exceso, pero no eran alcohólicos. No
eran mental ni físicamente uno de los siete de cada mil adultos que son
alcohólicos.
6. De vez en cuando ha habido un ateo que no está dispuesto
a aceptar el concepto espiritual de A.A. (Véase el Apéndice “Experiencia
Espiritual” del Libro Grande).
7. El alcohólico que “por razón de su propia naturaleza no
es honrado” tiene pocas probabilidades de recuperarse. No puede ser honrado con
el mismo. (Véase el capítulo 5 del Libro Grande)
8. Algunos buscan nuestra ayuda para apaciguar a sus
esposas, a sus patronos o al juez: otros para evitar males inminentes que son
resultado de beber durante mucho tiempo. El problema de ellos es temporal. No
tenemos nada que ofrecerles mientras no se califiquen ellos mismo como
alcohólicos y quieran dejar de beber.
9. Aquellos que tienen un historial de alcohólicos
relativamente corto y para quienes la bebida es más un inconveniente que asunto
de vida o muerte.
10. Aquellos que solo aceptan parte del Programa de los Doce
Pasos y no tratan de vivirlo en su totalidad.
11. Aquellos que quieren dar a todos los Pasos una
interpretación distorsionada y egoísta para fines de su propia conveniencia.
12. Aquellos que son psicopáticos.
Los miembros que están comprendidos dentro de cualquiera de
los grupos aquí catalogados, con la posible excepción del grupo 9, tienen pocas
posibilidades de recuperación mientras no consideren al alcoholismo como una
enfermedad fatal y tengan un vital interés en ponerse bien.
Los catalogados en el grupo 9, pueden recuperarse si llegan
a “conocerse a sí mismo”. Habiendo sufrido pocos quebrantos, tienen que ser muy
receptivos para poder beneficiarse con las amargas experiencias de otros. Esto
requiere un tratamiento riguroso de su enfermedad a base del Paso Doce
(EL PEQUEÑO LIBRO ROJO DE AA)