Continuación de algunos de los métodos que los miembros de A.A. han utilizado para no beber:
CAMBIAR LAS ANTIGUAS RUTINAS
Ya sea que se trate de un bebedor periódico o de un bebedor consuetudinario, cada uno de nosotros sabe por sí mismo cuáles son los días, las horas, y las ocasiones que han estado más frecuentemente asociadas con nuestras borracheras.
A continuación algunos ejemplos de esos pequeños hábitos, que nos ha sido útil cambiarlos:
o Cambiar las horas y lugar para hacer las compras
o Antes de iniciar el día, meditar, momentos de contemplación o un poco de ejercicios
o Buscar una nueva ruta al abandonar y regresar a nuestra casa
o No escaparse de la oficina sino quedarse y tomar té o café
o Almorzar con otras personas no bebedoras
o Evitar durante algún tiempo la compañía de nuestros compañeros de tragos
o Para las reuniones donde beben y nos sentimos obligados a asistir, inventar cualquier excusa con ingenio para decir No, gracias. Y conversar con un A.A. antes y después de la reunión.
o Hacer cosas que no nos recuerden la bebida
¿ Qué hacer con las botellas que tenemos en casa ?
¿ Qué hacer con las botellas que tenemos en casa ?
- Una opinión es de los que dicen que nunca la disponibilidad de la bebida nos condujo a beber, tampoco la falta de esta no evitó emborracharnos. Vivimos en una sociedad de bebedores y no podemos evitar la presencia de las bebidas. Mantengamos nuestro abastecimiento a mano para atender a las visitas que llegan a nuestra casa.
- Y la otra opinión dice que al tener la botella a la mano, en un impulso casi inconsciente y antes de que no diéramos cuenta, nos tomamos un trago. Estas personas regalaron y vendieron toda su provisión y no dejaron nada, hasta que su sobriedad les pareció lo suficientemente normal y estabilizada. Solamente compran lo necesario para atender a sus invitados durante una sola fiesta.